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Documento BOE-A-2016-9363

Resolución de 2 de septiembre de 2016, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura y Turismo, por la que se incoa procedimiento de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, del Santuario de la Virgen del Camino, en el término municipal de Valverde de la Virgen (León).

Publicado en:
«BOE» núm. 246, de 11 de octubre de 2016, páginas 72359 a 72362 (4 págs.)
Sección:
III. Otras disposiciones
Departamento:
Comunidad de Castilla y León
Referencia:
BOE-A-2016-9363

TEXTO ORIGINAL

La Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, en su artículo 8, señala: «los bienes muebles e inmuebles y actividades integrantes del Patrimonio Cultural de Castilla y León, que reúnan de forma singular y relevante las características del artículo 1.2 de esta Ley serán declarados Bienes de Interés Cultural.»

A tales efectos, y por lo que se refiere a los bienes inmuebles, establece que éstos serán declarados de interés cultural atendiendo a las siguientes categorías: monumento, jardín histórico, conjunto histórico, sitio histórico, zona arqueológica, conjunto etnológico y vía histórica.

En dicho artículo, concretamente en el apartado 3.a), se dispone que tendrá la consideración de monumento: «La construcción u obra producto de actividad humana, de relevante interés histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, etnológico, científico o técnico, con inclusión de los muebles, instalaciones o accesorios que expresamente se señalen como parte integrante de él, y que por sí solos constituyan una unidad singular.»

El Santuario de la Virgen del Camino, obra maestra del Arquitecto dominico Fray Francisco Coello de Portugal, constituye un hito en la historia de la Arquitectura española contemporánea, que se enmarca en un momento histórico de renovación de la arquitectura sacra, especialmente representativo por combinar de modo magistral la modernidad y vanguardia de la arquitectura religiosa alemana del siglo XX, con la tradición de la arquitectura dominicana, tanto en su planificación estructural y planimétrica, como funcional. La obra de Fray Francisco Coello de Portugal es considerada una obra pionera y emblemática del arte contemporáneo español.

El procedimiento de declaración de Bien de Interés Cultural se regula en el artículo 9 y siguientes de la mencionada Ley, desarrollándose en el Título II, Capítulo I del Decreto 37/2007, de 19 de abril, por el que se aprueba el Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León. De acuerdo con dichas normas, la declaración de Bien de Interés Cultural requiere la previa incoación y tramitación del expediente administrativo por la Consejería competente en materia de cultura.

La iniciación del procedimiento, según establece el artículo 10.3 de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, determinará respecto al bien afectado, la aplicación inmediata y provisional del régimen de protección previsto en la citada ley para los bienes declarados de interés cultural. Asimismo, en aplicación, de lo dispuesto en el artículo 36 de dicha ley, todas las obras que hubiesen de realizarse en la zona que se pretende declarar, no podrán llevarse a cabo sin la aprobación previa del proyecto correspondiente por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural, o si es el caso, por esta Dirección General.

Por cuanto ha quedado expuesto, de acuerdo con las pautas de actuación establecidas en el Plan PAHIS 2020, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, aprobado por Acuerdo 22/2015, de 9 de abril de la Junta de Castilla y León, y de conformidad con lo establecido en los artículos 39 y 40 del Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León, aprobado por el Decreto 37/2007, de 19 de abril, esta Dirección General de Patrimonio Cultural, resuelve:

Primero.

Incoar procedimiento de declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, del Santuario de la Virgen del Camino, en el término municipal de Valverde de la Virgen (León), de acuerdo con la descripción y delimitación que consta en el anexo que acompaña a esta resolución y que figura en el plano obrante en el expediente.

Segundo.

Si durante la tramitación del procedimiento se demostrara que el bien no reúne de forma singular y relevante las características del artículo 1.2 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, pero mereciera una especial consideración por su notable valor cultural y, por tanto, susceptible de ser incluido en el Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León, se continuará el expediente siguiendo los trámites previstos para su inclusión en dicho Inventario, conservando los trámites realizados.

Valladolid, 2 de septiembre de 2016.–El Director General de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz Martín.

ANEXO
Santuario de la Virgen del Camino (León)

El Santuario de la Virgen del Camino, obra maestra del Arquitecto dominico Fray Francisco Coello de Portugal, constituye un hito representativo de la arquitectura española contemporánea, en el que la modernidad y vanguardia de la arquitectura religiosa alemana del siglo XX se aúna con la tradición de la arquitectura dominicana, tanto en su planificación estructural y planimétrica, como funcional.

La obra de Coello se enmarca en un momento histórico de renovación de la arquitectura sacra española contemporánea. Considerada una obra pionera del arte contemporáneo español, ha sido incluida en la base de datos del registro DOCOMOMO (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement), organización internacional que tiene por objeto inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno.

El Santuario Virgen del Camino se encuentra situado a seis kilómetros de León, en la localidad de la Virgen del Camino, en el Camino de Santiago. Según la tradición, el Monasterio tiene su origen en el siglo XVI, con la aparición de la Virgen al pastor Alvar Simón Fernández en el lugar llamado El Humilladero. La pequeña ermita existente en origen fue a lo largo de los siglos creciendo y modificándose paralelamente al desarrollo de la devoción a la Virgen, hasta la construcción del actual santuario sobre la ermita del siglo XVII.

En 1956, bajo el patrocinio don Pablo Díez, se encarga el proyecto de construcción del nuevo Santuario a Fray Francisco Coello de Portugal, entonces joven arquitecto dominico, admirador de la arquitectura moderna de formas limpias y volúmenes puros, cuya obra se va a caracterizar por la austeridad de su lenguaje y la búsqueda de la autenticidad, muy acorde con el momento de renovación de la arquitectura sacra que se estaba gestando en la España de los sesenta a partir del Concilio Vaticano II.

El proyecto de Coello responde desde un primer momento a un planteamiento moderno, acorde con las necesidades exigidas por la creciente devoción a la Virgen. Se trata de un proyecto renovador únicamente condicionado por la ubicación del retablo, ubicación inamovible por tratarse del lugar exacto donde la Virgen lanzó la piedra que indicaría el lugar elegido para la construcción del Santuario, por lo que el propio arquitecto señalaba que en realidad se trataba de realizar «un templo para el retablo».

La necesidad de nuevos y más amplios espacios que pudieran dar cobijo a los cada vez más numerosos fieles, conllevaba necesariamente la demolición del templo preexistente del siglo XVII.

Desde los primeros croquis, se advierte que el planteamiento del arquitecto partía de la reconstrucción, en clave moderna, de los elementos que conformaron y caracterizaron en su día el antiguo Santuario, es decir, el camarín, el pórtico, el atrio y el campanil, y la conservación del retablo, eje y protagonista del proyecto que determinará la composición volumétrica y la disposición e iluminación de la planta.

El proyecto, bajo la advocación mariana de la Piedad, se reviste de una importante carga simbólica. Acoger la venerada talla escultórica realizada en madera de nogal del siglo XVI, que representa el momento inmediato después de la crucifixión, cuando la madre sostiene entre sus rodillas el cuerpo muerto de su hijo y lo deposita en el sepulcro, es el motivo central del proyecto de Coello, que planifica el Santuario como un inmenso ataúd blanco, con una única nave con capacidad para mil personas, recortada por el símbolo de la cruz, con la torre campanario, de más de cincuenta metros de altura, como última estación del vía crucis.

En el exterior destaca el volumen blanco de la nave, realizada en piedra de Campaspero, y el muro sur abierto con veinte ventanas rasgadas decoradas cada una de ellas por una orejera, que producen interesantes sombras sobre el paramento blanco. Detrás del ábside se dispone una zona escalonada, sobre la que destaca el lucernario del presbiterio, construido en piedra gris en lajas horizontales de sillarejo tosco. Un pórtico perimetral recuerda el antiguo atrio previo al santuario, y sirve de transición al interior.

Por lo que respecta a la decoración del templo, sin duda uno de los elementos destacados es la parte escultórica, obra de Josep María Subirachs. Destaca especialmente el apostolado, o la venida del Espíritu Santo, que al igual que ocurría en los retablos medievales, contiene una importante función catequética. Se trata de un gran friso formado por trece figuras alargadas de bronce, de seis metros de altura y setecientos kilos de peso, que representan a los doce apóstoles, en cuyo centro se alza la figura de la Virgen María coronada, con las manos dispuestas de manera que simbolizan la paloma del Espíritu Santo.

Subirachs creó también las cuatro puertas de bronce de acceso al Santuario, de gran contenido teológico: en la fachada sur, la puerta del obispo San Froilán y la puerta del Pastor, en la que se recuerda la historia de Alvar Simón Fernández, con la piedra recuerdo del origen del Santuario y la puerta de San Pablo en el norte.

En la puerta principal, de tres metros de altura por cinco de anchura, articulada en cuatro hojas de bronce y dos paneles laterales fijos, se representan los misterios gozosos del Santo Rosario, unidos por una red de mensajes escritos como si de un pergamino antiguo se tratase. Subirachs también es autor del Sagrario, el púlpito, el Cristo, los candelabros, las lámparas, el altar y la pila de agua bendita.

El conjunto de vidrieras aporta su contribución plástica al simbolismo del conjunto. Destaca la gran vidriera que conforma y estructura la fachada principal del templo, realizada en la fábrica de vidrio artístico Vitraux d’art, en Chartres en el taller de Gabriel Loire, y diseñada por Albert Ràfols-Casamada en colaboración con su amigo Subirachs, que se dispone como un gran muro abierto de luz, ofreciendo una visión diferente desde el interior al exterior y una triple lectura iconográfica referida a distintos episodios de la vida de la Virgen, recogidos en los misterios de gloria.

El interior se caracteriza por la austeridad; la nave gana en altura según se avanza hacia el altar y todo el perímetro interior está recorrido por un zócalo de madera en el que se integran los confesionarios y altares laterales, clara influencia de la arquitectura sacra alemana. Todo el edificio aparece recubierto de piedra de Campaspero, a excepción del cuerpo del retablo, origen y fundamento del proyecto, para el que se reserva un tratamiento diferenciado.

La luz, elemento esencial en la composición, penetra en el interior a través de las pequeñas ventanas abiertas en el muro sur y a través del gran lucernario de vidrio situado sobre el presbiterio, mientras que la luz de poniente inunda el interior del templo a través de las vidrieras de Ràfols-Casamada, proyectando al mediodía las sombras de las esculturas de Josep María Subirachs.

El Santuario de la Virgen del Camino se configura como un icono dentro de la arquitectura sacra contemporánea, en la que Coello elaboró un proyecto único renovador –según palabras del propio autor, es su mejor obra–, en el que de forma armónica se conjugan las aportaciones de artistas de la talla de Subirachs, Ràfols-Casamada, y de Antonio Lapayese, responsable de la instalación y remodelación del retablo del antiguo templo, aglutinando en perfecta armonía, la arquitectura, la decoración escultórica y las vidrieras.

El Santuario de la Virgen del Camino ha sido reconocido en 2009 como Basílica Menor, por su importancia espiritual como centro de devoción y peregrinación.

La gran explanada que rodea al Santuario es el necesario escenario a las distintas celebraciones sacras y profanas que desde tiempos ancestrales han atraído a gran número de fieles y que configuran un patrimonio inmaterial asociado que ha mantenido su continuidad a través del tiempo, como referencia cultural, fuente de identidad y vinculo inestimable para los ciudadanos.

El 15 de septiembre tiene lugar la celebración litúrgica de la Solemnidad de Nuestra Señora de la Virgen del Camino, y del 19 al 27 de septiembre de cada año se celebra la Novena y el Rosario de la Aurora por las calles del pueblo.

Por otro lado, el día 5 de octubre tiene lugar la romería de San Froilán, patrono de León, que hunde sus raíces en siglos atrás. Miles de personas acompañan en procesión la imagen de la Virgen desde León hasta el Santuario de la Virgen del Camino. Allí es tradición tirar al Santo de la nariz en la Puerta de San Froilán y besar el manto de la Virgen. En la explanada de la Basílica se celebra la misa principal al aire libre presidida por el obispo, que finaliza con la tradicional imposición de «la cuelga» al santo en el interior del templo. Coros y danzas amenizan la romería, donde es tradicional la presencia de carros engalanados y cientos de pendones multicolores procedentes de los pueblos próximos.

Delimitación del entorno de protección

El monumento se ubica en el entorno del Camino de Santiago, ámbito urbano consolidado en el que el monumento aparece perfectamente definido y aislado del entorno urbano en que se ubica por la cerca que lo rodea.

Atendiendo a estas circunstancias se define un entorno de protección mínimo, delimitado por los espacios públicos y ejes viales que rodean la manzana en que se ubica.

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