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La Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico, Comisión de Patrimonio Histórico, en su sesión número 74, de 23 de noviembre de 2001, acordó por unanimidad:

I. Incoar expediente de declaración de bien de interés cultural a favor del belén monumental del monasterio de la Purísima Concepción, Capuchinos, de Palma, la descripción de la cual figura en el anexo del presente acuerdo.

II. Los efectos de esta incoación son los que genéricamente establece la Ley 12/1998, de 21 de diciembre, del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares y la normativa concordante.

El acuerdo de declaración se deberá adoptar en el término máximo de veinte meses, a partir de la fecha de inicio del procedimiento, el cual caducará si una vez transcurrido este término se solicitase el archivo de las actuaciones y si en los treinta días siguientes no se dicta resolución.

Caducado el procedimiento no se podrá volver a iniciar hasta que hayan transcurrido tres años, excepto si lo solicita el titular del bien.

III. Notificar esta resolución a los interesados, al Ayuntamiento de Palma y al Gobierno de las Illes Balears.

IV. Publicar este acuerdo de incoación en el «Boletín Oficial de las Illes Balears» y en el «Boletín Oficial del Estado», así como comunicarlo al Registro Insular de Bienes de Interés Cultural de Mallorca, al Registro de Bienes de Interés Cultural de las Illes Balears y al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Estado.

Palma de Mallorca, 30 de noviembre de 2001.‒La Presidenta, María Antònia Munar i Riutort.

ANEXO

El belén monumental de los Capuchinos es un belén que está montado todo el año y que forma un anexo a la sala de labor del monasterio de la Purísima, separado por una arcada que lo aisla la mayor parte del año con dos puertas batientes de tela pintada que representan dos escenas: La Natividad y la huida a Egipto. Estas puertas, atribuidas a Joan Montaner i Cladera, fueron pintadas el año 1712, fecha en que se debió ultimar el belén. El belén se alza sobre un zócalo y crea un espacio a modo de gruta que sigue el modelo clásico mallorquín iniciado por el belén de Jesús.

Las figuras que habitan todo el conjunto son de barro, tela encolada, maniquíes vestidos y de papel. Las más antiguas son las figuras de barro, algunas datables en el siglo XVII y otras en los siglos XVIII y XIX, procedentes del obrador del llamado Mestre de les Verges Roses. Son destacables las numerosas joyas que visten las figuras principales del misterio.

Este belén se considera el más célebre de todos los belenes conventuales conservados en el Estado español y ha servido de modelo para el estudio de esta tipología, así como para entender la piedad barroca y el simbolismo místico de este tipo de representaciones.