En el recurso gubernativo interpuesto por el Procurador de los
Tribunales, don Miguel Lara de la Plaza, en nombre de "Inversiones Pinna,
Sociedad Anónima", don Juan Carlos Rodríguez García y doña Mercedes
Pinna García, contra la negativa del Registrador de la Propiedad interino
de Marbella, número 3, don Pedro Luis Martínez Casto, a practicar una
anotación preventiva de demanda en virtud de apelación del recurrente.
Hechos
I
En autos de juicio declarativo ordinario, número 395/1993, seguidos
ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de los de Marbella, a
instancia de "Inversiones Pinna, Sociedad Anónima", de don Juan Carlos
Rodríguez García y de doña Mercedes Pinna García, contra determinadas
personas, en razón de que los demandantes adquirieron de los demandados,
a través de sociedades interpuestas de éstos últimos, un bien inmueble,
y por las circunstancias que se reflejan en la demanda, los demandantes
reclaman la nulidad de los contratos y de todas las consecuencias jurídicas
entre las partes, y solicitan lo expresado en el fundamento de derecho
número 1, y anotación preventiva de demanda sobre los bienes inmuebles
de su propiedad que habían resultado embargados como consecuencia
de los procedimientos que a continuación se citan. De tales contratos se
originaron dos procedimientos judiciales contra los anteriores
demandantes: a) Juicio ejecutivo número 45/92 por impago de una letra de cambio,
relativa a uno de los pagos de la compraventa referida; b) juicio ordinario
de menor cuantía número 490/91, en reclamación del IVA impagado de
la misma compraventa. En ellos se solicitan y obtienen embargos sobre
la totalidad de los bienes que integran el patrimonio de los demandantes
en el juicio declarativo ordinario número 395/95.
II
Presentado en el Registrador de la Propiedad de Marbella,
número 3 mandamiento del Juzgado de Primera Instancia número 2 de dicha
ciudad, ordenando las anotaciones preventivas de demanda sobre las fincas
que el mismo refiere, fue calificado con la siguiente nota:
"Denegada la anotación preventiva de la demanda comprendida en
el precedente mandamiento por los siguientes defectos: Por no ser la
demanda planteada de las contempladas en el artículo 42 de la Ley
Hipotecaria, ya que no se reclama la propiedad de bienes inmuebles, sino la
devolución de determinadas cantidades abonadas como consecuencia de
la venta de una finca, cuya nulidad se pretende distinta de aquella de
la que recae la anotación, ni figurar inscritas las fincas a favor de los
demandados, sino a favor del propio demandante o de terceros que no
son parte en el procedimiento (artículo 42.1 y 209 de la Ley Hipotecaria);
siendo insubsanable los defectos señalados se deniega la anotación
preventiva de la demanda. Contra la presente nota de calificación podrá
interponerse recurso gubernativo en el plazo de cuatro meses a contar de la
fecha de la misma, de conformidad con lo prevenido en el artículo 112
y concordantes del Reglamento Hipotecario. Marbella a 22 de agosto de
1994. El Registrador. Firmado: Pedro Luis Martínez Casto."
III
El Procurador de los Tribunales, don Miguel Lara de la Plaza, en
representación de la entidad mercantil, "Inversiones Pinna, Sociedad Anónima",
de don Juan Carlos Rodríguez Pinna y de doña Mercedes Pinna García,
interpuso recurso gubernativo contra la anterior calificación, y alegó: Que
la solicitud de la anotación de la demanda se fundamente en que, de
prosperar el procedimiento de mayor cuantía, se declararían nulos los
contratos de los que derivan los dos procedimientos que dieron lugar a
todos los embargos contra los bienes de los demandantes, pero de seguirse
con la ejecución sobre tales bienes, pasando éstos a terceros, se haría
imposible la ejecución de la sentencia favorable a la pretensión de los
demandantes ya que habrían sido desposeídos irremisiblemente como
consecuencia de unos procedimientos que tuvieron su origen en contratos
declarados nulos. Que debe precisarse que es como consecuencia de los
dos juicios promovidos contra los recurrentes por los que se decreta el
embargo sobre los bienes de su propiedad, y puesto que esta demanda
pretende la nulidad "ab initio" de todos los contratos y relaciones jurídicas
en que se basan los dos juicios que se citan el hecho I, hay que concluir
que de prosperar se declararán nulos todos los embargos sobre las fincas
que se pretende la anotación de la demanda. Que el artículo 42 de la
Ley Hipotecaria, ha sido interpretado tanto por la doctrina como por la
jurisprudencia, con una clara amplitud de criterio, tal como se dice en
la Resolución de 9 de agosto de 1943 y Sentencia del Tribunal Supremo
de 6 de marzo de 1962. También cabe citar los autos de la Audiencia
Territorial de Barcelona de 2 de febrero de 1971 y 4 de julio de 1979.
Que los artículos 42 de la Ley Hipotecaria y 139 del Reglamento Hipotecario,
facultan a los demandantes en juicio sobre la propiedad de bienes
inmuebles o sobre la constitución, declaración, modificación o extinción de
cualquier derecho real, para pedir la anotación preventiva de demanda.
IV
El Registrador de la Propiedad interino, en defensa de su nota, informó:
Que la nota de calificación recurrida funda la denegación de la anotación
preventiva de la demanda objeto del recurso en dos consideraciones de
tipo estrictamente registral: A. No es la demanda planteada de las
contempladas en el artículo 42 de la Ley Hipotecaria, ya que no se reclama
la propiedad de bienes inmuebles, sino la devolución de determinadas
cantidades. Que lo que se pretende es la declaración de nulidad de la
venta de una finca situada en Estepona que se adquirió por documento
privado y, como se deduce de la lectura del suplico I de la demanda,
aunque la sentencia que recaiga fuera favorable a los intereses del
demandante, esta sentencia nunca provocará una modificación jurídico-real,
respecto de las fincas sobre las que se pretende su anotación, y no sólo
porque el título cuya nulidad se pretende es totalmente extraño a dichas
fincas, sino porque dada la posición compradora del recurrente, la
declaración de nulidad, según el artículo 1.295 del Código Civil, le obliga a
devolver dicha finca de Estepona y a recibir el precio abonado que es
lo pretendido en el suplico I de la demanda. Que tratándose de obtener
una suma de dinero, el procedimiento adecuado para asegurar su cobro,
es solicitar y obtener la correspondiente anotación preventiva de embargo
en la forma y modo que prevé la Ley de Enjuiciamiento Civil. Que la
anotación preventiva de demanda prevista en el número 1 del
artículo 42 de la Ley Hipotecaria, protege la efectividad de la futura sentencia
siempre que ésta comprenda (como dice el Auto de 12 de julio de 1972
de la Audiencia Territorial de Barcelona) una pretensión de acto registral,
y está claro que la pretensión de la actora, en el presente caso, no aspira
a tal fin, sino a la satisfacción de la cantidad reclamada. B. No figurar
inscritas las fincas a favor de los demandados. Que es consecuencia del
principio de tracto sucesivo del artículo 20 de la Ley Hipotecaria, que
para poder practicar la anotación preventiva de la demanda es necesario
que los bienes objeto de esta figuren inscritos o anotados a nombre del
demandado (Resoluciones de 19 de octubre y 5 de noviembre de 1968).
Que es evidente la conexión de dicho principio con el constitucional de
que nadie pueda ser vencido en juicio sin haber sido previamente
demandado. Que el recurrente argumenta que la posible actividad dispositiva
del ejecutante en los procesos números 490/91 y 45/92 de los Juzgados
de Primera Instancia, números 5 y 2 respectivamente, de Marbella, pueden
dar lugar a la aparición de terceros protegidos que harían imposible la
ejecución de la sentencia favorable a la pretensión de los demandantes.
Que lo cierto es que en la demanda cuya anotación se pretende, no se
permite sostener una modificación jurídica-real para lo cual fuera preciso
mantener el "status quo" existente al tiempo de la interposición de la
misma, sino que se solicita se condene solidariamente a los demandados
al pago de las cantidades que hayan podido obtener a consecuencia de
las sentencias a su favor, derivadas de los citados procedimientos ejecutivos
en curso, con inclusión de los gastos y costas correspondientes, señalando
finalmente las personas directamente obligadas a la satisfacción económica
de las cantidades que resultan de las condenas solicitadas. Que no es
posible en el escrito del recurso desvirtuar la acción o pretensión ejercitada
(condena pecuniaria), trayendo al mismo una acción subyacente de nulidad
de juicio ejecutivo que no se corresponde, en modo alguno, con los
pedimentos de la demanda. Que en tal supuesto habría que concluir que la
anotación preventiva de la demanda en que se insta la nulidad de un
juicio ejecutivo, no está comprendida en ninguno de los preceptos de la
Ley Hipotecaria, ni en ninguna otra ley (artículo 42.10), teniendo en cuenta
lo declarado en la Resolución de 14 de diciembre de 1960.
V
La ilustrísima señora Magistrada-Juez de Primera Instancia
número 2 de Marbella, informó: Que la denegación de la anotación preventiva
de la demanda tiene su base en no hallarse en los casos contemplados
en el artículo 42 de la Ley Hipotecaria por no reclamarse la propiedad
de los bienes inmuebles y, si bien dicho precepto legal ha sido interpretado,
tanto por la doctrina como por la jurisprudencia, con amplitud de criterio,
y no se reduce su aplicación sólo a la reclamación de propiedades de
bienes inmuebles, sino que atribuyen a los Jueces y Tribunales decidir,
bajo su absoluta incumbencia, sobre la naturaleza de la acción ejercitada
y sobre el alcance de los fundamentos y antecedentes invocados para
obtener dicha anotación; es lo cierto que las fincas sobre las que se decreta
dicha anotación no figuran inscritas a favor de los demandados, sino a
favor del propio demandante o de terceras personas que no son partes
en el procedimiento, por lo que fundamentada también la denegación de
la anotación preventiva de la demanda en estas circunstancias, este
razonamiento conduce a considerarlo como bastante y suficiente para estimar
acertada y conforme a derecho la calificación del señor Registrador de
la Propiedad, denegando la anotación preventiva de la demanda en
cuestión.
VI
El Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía acordó
inadmitir el recurso por haberse interpuesto fuera de plazo.
VII
La Procuradora de los Tribunales, doña María Luisa Benítez-Donoso,
apeló el auto presidencial, manteniéndose en las alegaciones contenidas
en el escrito de interposición del recurso gubernativo, y añadió: Que
inadvertidamente el recurso fue presentado con base al texto del artículo 113
del Reglamento Hipotecario en su redacción anterior, ante el Presidente
de la Audiencia Provincial de Málaga, con fecha 16 de diciembre de 1994,
dentro del plazo de cuatro meses, dado que la calificación del Registrador
es de fecha 22 de agosto de 1994. Que la Audiencia Provincial no rechaza
el recurso y lo remite al Tribunal Superior de Justicia. Que el auto apelado
no dice nada respecto a la presentación del recurso en la Audiencia
Provincial dentro de los cuatro meses, sin perjuicio de que su remisión al
Tribunal Superior de Justicia fuera posterior. Que como fundamento de
derecho se citan el artículo 11.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
y las Sentencias del Tribunal Constitucional, de 25 de febrero de 1984
y 15 de abril de 1991.
Fundamentos de Derecho
Vistos los artículos 24 de la Constitución española; 1.259 del Código
Civil; 238 y 240 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; 1, 2, 8, 9, 20,
42 y 72 de la Ley Hipotecaria, y 100 del Reglamento Hipotecario,
1. En el presente recurso se debate sobre la posibilidad de anotar
sobre determinadas fincas del propio demandante, una demanda en la
que, entre otros pedimentos que ahora no interesan, se solicita: 1. "Declarar
la nulidad de la compraventa de un inmueble formalizada en documento
privado y efectuado en favor del demandante por dos sociedades
demandadas, y en su consecuencia ordenar la restitución (al comprador) de
318.000.000 de pesetas, satisfechos en concepto de precio e IVA, más los
intereses legales de dicha suma desde la fecha de interposición de la
demanda"; 2. "Declarar que como consecuencia de la nulidad de dicha
compraventa, el (demandante) no está obligado al pago del IVA, derivado de la
operación declarada nula, ordenado la restitución en su caso de las
cantidades que por este concepto hubiera podido percibir (una de las
sociedades vendedoras "T. C., Sociedad Anónima") como consecuencia de la
ejecución de la sentencia dictada en autos de juicio de menor cuantía
(ejecutivo, según el Registro) 4991... incluyendo en dicha restitución los
gastos y costas ocasionados al (demandante)"; 3. "declarar la nulidad de
la sentencia del juicio ejecutivo número 45/92 dejándola sin efecto con
las consecuencias previstas en el artículo 1.295 del Código Civil y en su
virtud se restituya (al demandante) todo lo recibido por (determinada
sociedad también demandada ahora A. B. V.) en virtud de dicha sentencia,
así como todos los gastos y costas satisfechos por el (comprador) en dicho
procedimiento...". Debe señalarse que el inmueble objeto de la compraventa
cuya nulidad se pide -que no está inscrito a favor del demandante-, no
está entre los bienes que habrían de ser objeto de la anotación pretendida,
y que los dos ejecutivos reseñados se instan para el cobro de sendas
cambiales libradas por el demandante -ahorarecurrente para pagar el precio
de la compraventa referida.
2. El Registrador deniega la anotación solicitada por no estar incluida
la demanda entre las contempladas en el artículo 42 de la Ley Hipotecaria,
y este defecto debe ser confirmado respecto de los dos primeros
procedimientos reseñados, toda vez que: a) La primera de las peticiones
señaladas, aunque implica civilmente el ejercicio de una acción real (la acción
de nulidad de la venta de un inmueble), sólo procedería la anotación si
se pretendiese sobre la propia finca objeto del contrato impugnado, pero
no cuando se solicita respecto de otras fincas cuya situación jurídica en
nada se verá afectada por la sentencia que pueda dictarse, cualquiera
que sea su contenido (confróntese artículos 1,
2, 8 y 42 de la Ley Hipotecaria); b) respecto de la segunda petición, porque se trata de una acción
puramente personal que queda claramente excluida de la hipótesis del
artículo 42 de la Ley Hipotecaria, dado que ninguna utilidad pude
proporcionar la anotación pretendida, aun cuando ésta haya de recaer sobre
los propios bienes embargados por el actor en ese juicio ejecutivo, pues
ni se impugna la titularidad registral de los bienes embargados, ni se
pretende la posible ineficacia de la traba y, en su caso, del remate de dichos
bienes sino que mientras se persigue la restitución de las cantidades que,
al acreedor que promovió dicho juicio le puedan corresponder si se
consuma la ejecución, finalidad ésta que tiene su propio cauce de actuación
en una simple orden judicial de retención de dichas cantidades; c) respecto
del tercero de los pedimentos de la demanda cuestionada, debe señalarse
que resulta contradictorio pedir la "nulidad de la sentencia de remate
dictada en juicio ejecutivo con las consecuencias restitutorias del artículo
1.295 del Código Civil", y, al propio tiempo, pedir que el acreedor que
promueve ese juicio "restituya al ejecutado y ahora demandante todo lo
que obtenga en virtud de dicha sentencia", pues si se solicita que como
consecuencia de la nulidad de la sentencia de remate, todas las actuaciones
de apremio queden sin efecto, devolviéndose al ejecutado los bienes que
le fueron realizados y restituyéndose por el actor al rematante el precio
de remate que hubiere recibido en pago de su crédito, no tiene sentido
pedir también que el ejecutante entregue al ejecutado todo lo que, de
mantenerse la eficacia de la sentencia, hubiere percibido en la ejecución
(sea el precio de remate, sea el propio bien ejecutado que adquiera como
mejor postor o por adjudicación en pago de su crédito); se trata de
peticiones que sólo pueden formularse de forma alternativa o subsidiaria,
pero no cumulativamente, lo cual, en conjunción con la exigencia de
determinación del derecho o pretensión de la que se intenta su reflejo tabular
(confróntense artículos 9 y 72 de la Ley Hipotecaria), impone el rechazo
de la anotación pretendida en cuanto a este tercer pedimento; todo ello
sin perjuicio de señalar que la posibilidad de anulación de las actuaciones
procesales en los supuestos legalmente contemplados (confróntense
artículos 238 y 240 de la Ley Orgánica del Poder Judicial), ha de determinar,
en la hipótesis en que tales actuaciones hayan conducido o puedan conducir
a una mutación jurídico-real inscribible -como es el caso del juicio ejecutivo
en que se embarga y rematan bienes inmuebles-, a la anotabilidad de
la demanda por la que en procedimiento específico se insiste la nulidad
de aquellas actuaciones (confróntese artículo 42.1 de la Ley Hipotecaria),
siempre que aparezcan debidamente satisfechas las exigencias inherentes
al principio de tracto sucesivo (confróntense artículos 24 de la Constitución
española y 20 de la Ley Hipotecaria), y sin que pueda el Registrador denegar
esa anotación so pretexto de la falta de fundamento legal de la pretensión
de nulidad, pues, tal decisión, en cuanto constituye un ejercicio de la
potestad jurisdiccional, está reservada en exclusiva a los Jueces y
Tribunales (confróntense artículos 117 de la Constitución española, y 1 y
2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 100 del Reglamento Hipotecario),
Esta Dirección General ha acordado desestimar el recurso interpuesto
en los términos de los anteriores considerandos y confirmar el auto
apelado.
Madrid, 20 de mayo de 1999.-El Director general, Luis María Cabello
de los Cobos y Mancha.
Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado
Avda. de Manoteras, 54 - 28050 Madrid